Gestionar el espacio de forma apropiada puede suponer el éxito o el fracaso de una intervención policial.
En la intervención que veremos a continuación se observa a unos secuestradores con rehenes que transmiten un lenguaje no verbal inicial en el que no parece haber intencionalidad de llevar a cabo sus amenazas, pero que su estado de estrés va cambiando a medida que la presión del entorno aumenta y se reducen las vías de escape.
Invito a que visualicen inicialmente el vídeo original sin editar y posteriormente el editado por Lenguaje Corporal Reus.
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